así éramos...

A MIS COMPAÑEROS, A MIS AMIGOS... Un simple recordatorio.

Los años pasan para lo bueno y lo malo. Cada vez vivimos y viajamos más, pero cuando a veces me pregunto por qué un escondido lugar de mi alma todavía busca reunirse a los sentimientos de ustedes, no hay respuestas sino en el ocaso de mis sueños apenas olvidados entre rutinas y caminos áridos de madurez…

Cuando a veces me miro en las noches de melodías compartidas veo mi adolescente jugando a encontrar un hombre confundido de aventuras sin ánimos altruistas… veo la vida asomándose entre planes de un futuro que está más allá de lo que podemos tocar… veo la nostalgia unida a la alegría de saber que lo que cruzamos juntos está guardado en ese lugar al que solo llegamos en el tren del recuerdo…

Cuando la noche, el calor de la chimenea, la música de fondo y nuestras almas se entregan al universo de lo místico que encierra la amistad… cuando miro hacia atrás, cuando leo lo que escribo, cuando el viento me acerca el recuerdo de lo vivido… y sin excederme... cuando respiro… en esos momentos agradezco que sean todavía mis compañeros... mis amigos.

Este recordatorio va por todos vosotros.

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Hay veces en que miro atrás y me doy cuenta de que todas las personas que han pasado y pasan por mi vida, se merecen mi agradecimiento por componerme como persona.
Un agradecimiento especial a mis compañeros de los que me siento "enganchado", a los amigos que no veo pero nunca olvido: A Pepe, Alberto, Sánchez, “canijo”, Curro, Tato, Batalla, Rafa, Mota, Villacañas, Poli, Eloy... y tantos otros. A toda la gente que me lee y me escribe. A la música, a la poesía y a la gente que crea e imagina cada día un mundo mejor.
Mi dedicatoria de amistad para vosotros es sencillamente mi forma de ser vuestro amigo.



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